sábado, 18 de diciembre de 2010

Qorianka, Hotel de las Aguilas


La abogada Carolina Sánchez sabía que su destino no estaba detrás de un simple escritorio. Ni las adversidades pudieron frenar el sueño de esta madre de dos gemelas que se propuso crear un elegante y confortable hotel en Lince. Ahora sabe que lo logró.

¿Quién no quisiera liberar sus sueños más profundos en una confortable cama, o recostar sus agitadas cabezas en bellas almohadas de plumas que nos permitan sentirnos por un instante en almidonadas nubes? Carolina Sánchez se hizo esa pregunta hace unos ocho años y ahora ya sabe la respuesta.
Qorianka Hotel es justo el producto de extensas meditaciones con la almohada y ese  sueño profundo y recurrente de iniciar el propio negocio. Esta abogada de profesión y emprendedora de corazón sabía que su destino no era estar detrás de un escritorio, sino delante de las adversidades, cual águila dorada o Qorianka que vuela libre y segura.
Es así que en vísperas de traer al mundo a dos hermosas gemelas, Carolina decidió, junto a su esposo, crear también un elegante y confortable hotel en Lince. Ella sabía que la tarea no sería nada fácil y que de seguro le traería más dolores de cabeza que traer al mundo a sus dos pequeñas niñas.
Y así fue. Aún recuerda, con un agrio sabor en la boca, cuando un bribón que se hizo pasar por arquitecto la estafó y desapareció con US$ 4 mil que ella ya había pagado o los cientos de dólares que le costó levantar y derrumbar paredes por los constantes errores de construcción.
Un parto con complicaciones
Todos esos percances ocasionaron que  recién en el 2007 Qorianka Hotel abra sus puertas y Carolina cumpla uno de sus más anhelados sueños. Aunque en un principio la clientela era prácticamente nula,  cinco años de planeación, construcción y mucho esfuerzo darían sus frutos en algún momento. Y Carolina lo sabía. 
“No tuve mucha suerte con la construcción, con cada cosa que me salía al principio. Creo que este ha sido el parto más difícil que he tenido, pero creo mucho en la persistencia, no me rindo fácilmente, por eso continué”, enfatizó esta huaracina de 48 años, que prefiere dejar en el anecdotario esos lamentables sucesos.  
Ahora Qorianka Hotel cuenta con seis pisos, en los que alberga 46 habitaciones, adaptadas para satisfacer las necesidades de los más exigentes clientes. La continua afluencia de turistas y hombres de negocio hicieron rebasar la capacidad del hotel  y la obligaron  a pensar en grande.
Carolina nunca imaginó que tendría tanto éxito, pero ahora que lo sabe y que la habitaciones copadas lo confirman ya piensa en hacer crecer su negocio. Es por ello que a partir del 15 de enero comenzará con la construcción de dos pisos adicionales, hasta llegar a las 60 habitaciones. Además planea implementar un auditorio y un espacioso  gimnasio.
Pero como toda madre que conoce a sus hijas, esta empresaria sabe que Qorianka necesita mucha atención, “por más grande y desarrollada que esté”. Asegura que al igual que a sus gemelas, nunca la descuida y siempre está pendiente en los más pequeños detalles.
“Aunque tenemos una administradora que  supervisa que todo esté bien, yo vengo por lo menos dos horas al día, mi esposo también se da una vuelta por acá. El resto del día me dedico a trabajar como abogada independiente y a mis pequeñas niñas”, comenta lo que ya se ha vuelto su estilo de vida.   
La clave del éxito de esta abogada, empresaria y sobre todo madre se resume  en una palabra:  persistencia. Esa misma persistencia que motiva al águila a seguir volando frente a las adversidades de la vida.  La persistencia de Qorianka. 

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